Vivimos mas, hasta hace unos años las personas no llegaban a los 50 años, pero ahora con los avances de la medicina y tecnología esto cambio. De acuerdo a un informe preliminar del Ministerio de Salud, en nuestro país la esperanza de vida al nacer es de 78.12 años en promedio, siendo de 81 años para las mujeres y 75 años para los hombres.
Pero cómo llegamos a estas edades importa. No es lo mismo llegar dependiendo de los demás, que de una forma donde somos totalmente dueños de nuestro tiempo y nuestras decisiones.
Envejecer es un proceso normal, y aceptar esta realidad le cuesta a muchas personas. Los estereotipos con que hemos crecido puede ser la razón de que esto ocurra, por lo que romperlos nos ayudara a tener paz con nosotros mismos.
La OMS define el envejecimiento activo como “el proceso por el que se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez”. Esta definición no sólo contempla el envejecimiento desde la atención sanitaria, sino que incorpora todos los factores de las áreas: social, económica y cultural que afectan al envejecimiento de las personas.
Uno de los mitos sobre el envejecimiento gira sobre la idea de que adoptar un estilo de vida saludable en la vejez es demasiado tarde, pero no es así.
Envejecimiento saludable, es el resultado de las opciones de cada persona en asuntos como la dieta, el ejercicio y los mecanismos adecuados para enfrentar las adversidades.
Los investigadores de la Universidad de Harvard llevaron a cabo un estudio de la salud física y mental de 724 personas a medida que envejecían a lo largo de 60 años, en sus primeras conclusiones, hacia el año 2002, identificaron siete factores que parecían predecir un envejecimiento saludable y feliz: el consumo moderado de bebidas alcohólicas, no fumar, un matrimonio estable, el ejercicio, el peso adecuado, los mecanismos positivos para lidiar con las dificultades y la ausencia de depresión.
Después de 80 años el estudio continua y muestra que sorpresivamente nuestras relaciones y que tan feliz somos en ellas tienen el poder de influir en nuestra salud, según Robert Waldinger, director del estudio, Psiquiatra en Massachusetts General Hospital y profesor de psiquiatría Harvard Medical School. “Cuidar de nuestro cuerpo es importante, pero cuidar de nuestras relaciones es una forma de auto cuidado. Y creo que esto, es una revelación.»
Concluyen que «una ancianidad activa y feliz bien puede que no sea cuestión de los astros ni de la suerte, sino de nuestros genes y de nosotros mismos».
Existen muchas cosas que realizar para mantenernos sanos, nunca es tarde para empezar.
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