Como el río que fluye, su caudal nunca es el mismo. Los cambios son parte de nuestra vida diaria, algunos son tan pequeños que los percibimos cuando ha pasado mucho tiempo, como por ejemplo cuando abrimos los ojos y el niño pequeño ya es todo un adolescente que nos cuestiona todo. Pero otros pueden llegar de manera abrupta y cambiar todo nuestro mundo, en un dos por tres, como cuando cambiamos de país por un cambio de trabajo.
Los cambios traen consigo una serie de sentimientos encontrados que nos abruman, principalmente por la incertidumbre que generan. Estos cambios nos traen consecuencias deseables e indeseables y nos toca encontrar en nosotros mismos la fuerza para superarlos.
Para procesar el cambio hay que tener en cuenta que estos nos crean duelo en tres dimensiones, por lo que tuvimos y ya no esta, por la rutina que perdemos y por el futuro que habíamos añorado, que ya no será.
Hay que estar consciente que solo hay algo constante en la vida: todo cambia. Tener esta premisa en la mente nos ayuda a poder enfrentarlo mejor. Pero cabe recalcar algunas estrategias que nos permitirán enfrentarlos de la mejor manera.
- Esta bien tener sentimientos de tristeza, angustia, culpa por lo que sucede. Aceptar que estamos dentro de la tormenta. Estos sentimiento son parte normal del proceso de duelo por lo perdido. Pero este periodo no debe durar mucho, pues hay que seguir adelante y aceptar la nueva realidad.
- Confiar en si mismo. Tratar de mantener la calma ante las circunstancia, con una mente abierta y despejada que nos permita buscar las soluciones ante el cambio. Una forma de hacerlo es encontrar y escribir 10 ventajas del cambio.
- Saber que no estas solo o sola. Siempre hay personas alrededor que nos apoyan de una u otra forma. Conocer las experiencias de los demás, nos ayuda a entender esto.
- Hay que tener presente que nos adaptamos a todas las situaciones, tarde o temprano. Desarrollamos flexibilidad en los sucesos, esto nos abre la visión a otras formas de encontrar soluciones a los problemas que enfrentamos.
- Siempre hay un futuro. Tener una visión y emoción en positivo hacia el futuro, nos ayuda a caminar hacia delante.
A pesar de que tan abrupto, inesperado y grande sea el cambio, debemos saber que después de que pasa una cabeza de agua en el río, este vuelve a su cauce. Y la vida sigue hacia delante.
“Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único.” – Agatha Christie.
y Tú como has afrontado los cambios? comparte con nosotros tus experiencias.